<!– wp:paragraph –><p>El cuerpo de Banaz se encuentra en Birmingham siguiendo la pista de una llave telefónica, pero la evidencia de ADN se destruye cuando una tubería de agua explota. Más pruebas de los teléfonos llevan al padre y al tío de Banaz a juicio, donde sus abogados montan una defensa convincente, hasta que Bekhal da un paso adelante valientemente para entregar pruebas desde detrás de una pantalla. Mientras tanto, Caroline intenta hacer arreglos para que los dos últimos perpetradores sean extraditados de Irak al Reino Unido.</p><!– /wp:paragraph –>